Bulgaria prohíbe el maíz transgénico MON810 pero la Comisión Europea insiste en cebarnos con ellos
El Consejo de Ministros de Bulgaria, prohibió el día 2 de febrero de 2011 el cultivo de variedades de maíz modificadas genéticamente con el evento MON810 amparándose en el principio de precaución[1]. Con esta prohibición el gobierno búlgaro se une a los de Alemania, Francia, Austria, Hungría, Grecia, Italia, Polonia, Rumania, y Luxemburgo. Por su parte, Suiza aprobó en referéndum en 2005 una moratoria sobre la producción comercial de transgénicos que, en principio, dura hasta el año 2013.
Asimismo, el gobierno búlgaro se comprometió a votar en contra de una propuesta que la Comisión Europea pretende aprobar los días 8-9 de febrero por la cual se quiere permitir la importación de piensos para animales aunque estén contaminados con transgénicos no autorizados en Europa pero sí en el país de origen. Esta normativa supondría un paso más en la política europea de rendirse a las presiones de los grandes capitales (empresas de semillas e importadores y productores de piensos) y dejar el campo libre a la expansión de los transgénicos. A corto plazo, la Comisión quiere sacar adelante una normativa similar pero aplicada a los productos para alimentación humana[2].
En cambio, el parlamento de la provincia holandesa de Frisia (situada al norte del país y que da nombre a las vacas frisonas) aprobó a finales de enero por amplia mayoría que los cultivos transgénicos no son bienvenidos. La decisión no es definitiva sino que abre un proceso de consultas sobre los pros y contras de estas variedades, al final del cual se tomará esa decisión. En fin, otro ejemplo con el que comparar nuestras tristes democracias, estatal y autonómicas.
Por otra parte, el cultivo de la patata Amflora, aprobada comercialmente en Europa a principios del año 2010 en medio de una gran controversia, parece que no va a ningún sitio. Si en el año 2010 se cultivaron 244 ha de esta variedad en toda Europa, en 2010 sólo se van a cultivar 17 ha, y ninguna de ellas para producción comercial, sino de semilla. Cabe recordar que la decisión de la Comisión Europea de dar luz verde a esta variedad fue denunciada judicialmente por el gobierno de Hungría y por la red europea de organizaciones de derecho ambiental “Justice & Environment”[3].
[1] http://www.focus-fen.net/index.php?id=n241151
[2] http://www.reuters.com/article/2011/01/21/us-eu-gmo-imports-idUSTRE70K57720110121
[3] http://www.justiceandenvironment.org/news/2