Zona Transgénica

Nada nuevo bajo los Wikileaks

Wikileaks Fue una sorpresa que El País dedicara toda una portada (19/12/2010) a las filtraciones de Wikileaks sobre el apoyo inquebrantable del gobierno español a los transgénicos teniendo en cuenta la trayectoria de este diario en relación al tema. Pero quizás el trabajo de “tranquilizar” a los mercados no ha estado encomendado únicamente al gobierno, y a este periódico le tocaba dejar bien claro delante de aquellos mercados que este gobierno no se para ante nada para hacer lo que sea en favor del gran capital.

El Secretario de Estado del Medio Rural, Josep Puxeu, “pidió sopitas” a lo jefes de Washington un 22 de abril de 2009 para que presionaran a Bruselas a favor de los transgénicos porque “si España cae, el resto de Europa le seguirá”. Era un momento en que hacía mucho ruido la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) presentada al Parlament de Cataluña por la organización Som lo que Sembrem (SLQS) con el apoyo de más de 100.000 personas, y quizás algunos pensaban que “si Cataluña cae, el resto de España le seguirá” (Cataluña cultiva el 37% del maíz transgénico cultivado en España).

Sólo hace falta recordar los ponentes de las denominadas jornades de “debate” interno sobre los transgénicos organizadas por el PSC aquella primavera para darse cuenta de que también en aquella ocasión pidieron “sopitas”. Un grupo de científicos pro-transgénicos, un jefazo de Monsanto en España, una ex-parlamentaria autonómica del PSC que incluso se permitió el lujo de insultar a los consumidores de productos ecológicos y a cualquier consumidor que se moleste en mirar  las etiquetas de los productos, y la nota de color de SLQS.

La guinda del pastel la puso Joaquim Llena, consejero de agricultura, que hizo el discurso inaugural de las jornadas resumiendo las conclusiones: “los transgénicos no tienen ningún problema y no podemos vivir sin ellos”. La enmienda a la totalidad que presentó este partido hizo que la ILP no pudiera ni llegar a discutirse en el Parlament y fue el reconocimiento formal de que la “tranquilidad de los mercados” está muy por encima de la democracia y de los intereses de los ciudadanos.

La otra cuestión que resalta de las filtraciones de Wikileaks es el total servilismo del gobierno español hacia el de los Estados Unidos, haciéndole saber sus intenciones de voto sobre los transgénicos dentro de la Unión Europea, incluso antes de que la Comisión  Nacional de Bioseguridad hiciera sus informes. Tampoco es que esto sea un gran problema, porque como ha denunciado recientemente Amigos de la Tierra[1], está comisión sólo tiene una papel de “florero” en el proceso, cuando no simplemente justificador de la introducción de estas variedades.

Pero, sin ninguna duda, lo más grave de todas las filtraciones es que altos cargos del gobierno, el Secretario de Estado de Comercio, Pedro Mejía, y el Secretario General de Comercio Exterior, Alfredo Bonet,  insinuaron que una subida de los precios de los productos agrícolas iría bien para facilitar la aprobación de los transgénicos en Europa. La especulación con los productos alimenticios por parte de los fondos de inversión ha sido una de las causas del hambre en muchos lugares en los últimos años. Ahora sólo faltaba saber que estos “mercados” que hay que “tranquilizar” son nuestro propio gobierno.


[1] http://www.tierra.org/spip/IMG/pdf/Las_Malas_Companias_IV.pdf